Se elige un edificio abandonado con buena ubicación en la localidad para proyectar en él la vinoteca de mayor superficie en Castilla y León. Para ello se plantea una reforma integral en el inmueble, que se distribuye en planta sótano, baja y primera, con una cubierta plana con vistas a la ciudad donde poder celebrar catas.
La actuación comprende una cuidada rehabilitación energética del edificio mediante la instalación de una fachada ventilada en la fachada, que también actualiza la imagen exterior del edificio, aislamiento térmico de la envolvente del mismo, así como cambio de carpinterías e instalación de equipos de climatización con bombas de calor de alta eficiencia energética.
La intervención fue dotada con una subvención en el Programa de ayudas para la rehabilitación energética de edificios existentes del IDAE.